Uno de los mayores retos en subtitulado es cuando un personaje dice mucho en muy poco tiempo. Si tratamos de poner todo tal cual, el resultado será un subtítulo imposible de leer antes de que desaparezca de la pantalla. Y si reducimos demasiado, podemos perder información importante. Entonces, ¿cómo encontrar el equilibrio?
1. Identificar el núcleo de la frase
Antes de traducir palabra por palabra, hay que entender cuál es la idea principal que el personaje quiere transmitir. El resto —muletillas, repeticiones o detalles irrelevantes— puede eliminarse sin afectar el sentido.
Ejemplo:
Original: *»You know, I’ve been thinking lately, and honestly, I just feel like maybe we should take a break for a while, you know?»
Versión adaptada: “Creo que deberíamos tomarnos un descanso por un tiempo.”
2. Simplificar estructuras largas
En traducción, las oraciones extensas pueden acortarse usando un orden más directo o sustituyendo expresiones largas por equivalentes cortos.
Ejemplo:
Original: *»The thing is that, at the end of the day, we just can’t agree.»
Versión adaptada: “Al final, no podemos ponernos de acuerdo.”
3. Dividir en dos subtítulos estratégicamente
Si el tiempo en pantalla lo permite, es mejor dividir el contenido en dos líneas separadas por un cambio de plano o pausa natural, manteniendo la coherencia en cada una.
Ejemplo:
Original en una sola línea imposible:
“Sé que estás enojado y que no quieres hablar, pero si no lo hacemos ahora, tal vez no tengamos otra oportunidad.”
Versión adaptada en dos subtítulos:
- “Sé que estás enojado y que no quieres hablar…”
- “…pero si no lo hacemos ahora, quizás no haya otra oportunidad.”
4. Respetar la velocidad de lectura
La regla general es no superar las 15–17 caracteres por segundo. Esto asegura que el espectador pueda leer cómodamente sin perderse la acción.
5. Pensar como espectador
Siempre es útil ver la escena y preguntarse: ¿si estuviera leyendo esto por primera vez, lo entendería y me daría tiempo de leerlo?
En subtitulado, no se trata de poner todas las palabras, sino de transmitir todo el significado. Resumir con criterio es un arte, y hacerlo bien convierte una frase imposible en un subtítulo perfecto.