El subtitulado descriptivo cumple una función clave: permitir que personas sordas o con dificultades auditivas puedan acceder a contenidos audiovisuales de forma plena. A diferencia del subtitulado estándar, este tipo de subtítulo no solo transcribe los diálogos, sino que también traduce la experiencia sonora del contenido. Por eso, los errores en este formato no son menores: pueden afectar gravemente la comprensión o incluso generar confusión. En este artículo, repasamos los errores más comunes al crear subtítulos descriptivos.
Ignorar los sonidos relevantes
Uno de los errores más frecuentes es no incluir sonidos importantes para la trama o el ambiente. Si un personaje escucha un disparo fuera de escena, una puerta que se abre sigilosamente o un celular que vibra en un momento tenso, todo eso debería aparecer en pantalla. Omitir estos detalles puede dejar a la audiencia fuera de contexto.
Ejemplo:
(incorrecto)
– [Silencio]
(correcto)
– [Disparo a lo lejos]
– [Vibración de celular sobre la mesa]
Sobreexplicar lo evidente o subestimar al espectador
Es importante encontrar un equilibrio entre lo que se debe describir y lo que no. Subtítulos como «[el personaje se siente triste]» o «[tensión]» son subjetivos y, a menudo, innecesarios si ya se puede inferir a partir de la actuación o la música. En lugar de eso, se recomienda describir hechos concretos y sonidos específicos.
No identificar a los hablantes cuando es necesario
En escenas donde varios personajes hablan fuera de plano o donde las voces se superponen, no indicar quién está hablando puede generar confusión. Este error es especialmente crítico en documentales, debates o escenas con poca referencia visual.
Ejemplo:
(correcto)
[Mujer] ¿Estás seguro de eso?
[Hombre] Completamente.
Usar descripciones vagas o genéricas
Descripciones como «[música]» o «[ruido]» no aportan información real al espectador. Es preferible ser más específicos: «[música triste de piano]», «[ruido metálico fuerte]», «[sirena de ambulancia]». Esto ayuda a reconstruir la atmósfera sonora con mayor precisión.
Saturar la pantalla con demasiada información
El subtitulado descriptivo no debe convertirse en una transcripción de todos los sonidos del ambiente. Hay que priorizar lo que es narrativamente importante. Una cafetería puede tener múltiples ruidos de fondo, pero solo se subtitulan los que son relevantes para la escena.
Errores de sincronización
Como en todo tipo de subtitulado, el timing es esencial. En el subtitulado descriptivo, si una onomatopeya o un sonido aparece tarde (o demasiado pronto), el espectador puede asociarlo con la imagen equivocada, lo que genera confusión o distracción.
Uso inconsistente del formato
Es importante mantener una coherencia en el uso de mayúsculas, signos de puntuación, corchetes, identificación de personajes y otros elementos. Cambiar constantemente el estilo puede confundir y entorpecer la lectura.
En resumen
El subtitulado descriptivo es una herramienta fundamental para garantizar la inclusión. Requiere atención al detalle, sensibilidad y una comprensión profunda de cómo el sonido aporta significado. Evitar estos errores no solo mejora la calidad del trabajo, sino que respeta al público que depende de este recurso para disfrutar de los contenidos como todos los demás.